Abrir el grifo y que salga agua potable. ¿Sencillo, no? Sí, para usted.
Para unos 780 millones de personas en todo el mundo es un sueño o,
directamente, una excentricidad que jamás se les habría ocurrido. El
resultado es que miles de ellos, especialmente niños menores de cinco
años, mueren cada año como resultado de enfermedades causadas por la
deshidratación o por beber agua contaminada
El arquitecto italiano Arturo Vittori pudo comprobarlo durante un viaje
a la región noreste de Etiopía, donde los habitantes de pequeños
pueblos sufren la escasez de agua. “Allí la gente vive en un entorno
natural precioso, pero muy a menudo no tienen agua corriente,
electricidad, un váter o una ducha”.
.Eso les obliga, sobre todo a las mujeres, que a su vez cargan con los
niños, a recorrer kilómetros para llegar a arroyos remotos, muchas veces
contaminados, para llenar recipientes que pueden estar sucios y
llevarlos de vuelta a casa. Los niños, por su parte, están expuestos a enfermedades al consumir esa
agua, y debido a estas largas caminatas muchos no van a la escuela,
limitando su formación y perpetuando el círculo de la pobreza.
Una gran 'condensadora'
Vittori
ha planteado una visión distinta, y bastante más espectacularr. Promete conseguir agua suficiente para
una comunidad numerosa. Y pretende sacarla del aire. Concretamente, de
condensar el vapor de agua que se encuentra en suspensión en el aire.
Por eso está pensado para lugares donde la humedad del aire es notable,
como las regiones montañosas o cercanas al mar, pero no es fácil
encontrar agua limpia apta para el consumo humano.
Su invento se llama WarkaWater,
y se trata de una estructura de unos 9 metros de altura y 8 de diámetro
fabricada en dos partes. La exterior es un exoesqueleto semirígido de
bambú o cualquier otro material similar que se pueda encontrar por la
zona donde se vaya a instalar. Por dentro, una tela plástica forma un
enorme tubo. En el suelo, bajo el tubo, se sitúa una enorme vasija de barro. Durante
el día, las fibras de nilon y polipropileno del plástico sirven como
superficie para la condensación del vapor de agua que hay en el aire, y
las gotas van resbalando por la lona hasta caer en la vasija. En total,
unos 100 litros al día aunque la cantidad dependerá
de los niveles de humedad de cada lugar.
WarkaWater está diseñado para ofrecer agua limpia, además de para ser
social, medioambiental y económicamente sostenible”, dice Vittori. La
idea es utilizar materiales locales y baratos, y enseñar a los pueblos
que lo necesiten cómo montar estas torres, de forma que puedan
multiplicarlas según sus necesidades