PRIMAVERA

dilluns, 23 d’octubre del 2017

XILE SALVA ELS PINGÜINS




Un proyecto minero liderado por  la compañía chilena Andes Iron pretendía dañar un maravilloso parque natural para construir un puerto y extraer del lugar toneladas de acero. No lo lograron.
 La Reserva Nacional Pingüino de Humboldt está localizada en Chile, en una superficie que ocupan tres islas y juntas suman 888,68 hectáreas.

En la Reserva, hay 59 especies de plantas vasculares y 68 especies de vertebrados terrestres. Las aves son las más abundantes y entre ellas se encuentra el pingüino de Humboldt.

Esta reserva es birregional se ubica en territorios geográficos de la Región de Atacama, provincia del Huasco, y de la Región de Coquimbo, provincia del Elqui, comuna de La Higuera.

Tuvieron en cuenta "el impacto que podría generar en la flora y fauna de una zona ecológica única en el mundo, donde habita el 80 por ciento de la población mundial del pingüino de Humboldt y otras especies emblemáticas como ballenas y chungungos". Así justifica el ministro de Medio Ambiente de Chile, Marcelo Mena el rechazo oficial del cuestionado proyecto minero-portuario Dominga en la comuna de La Higuera, en Coquimbo.

Adicionalmente, el ministro destaca que el desarrollo no puede ser a costa del patrimonio ambiental ni causar riesgos a la salud de las personas; más aún en zonas de valores ecológicos únicos en el mundo".

 En esta decisión, también los ciudadanos han sido tomados en cuenta, gracias a la petición internacional difundida por la ONG Salva la Selva que pedía “Un área protegida para los pingüinos en Chile”, que sumó junto con las firmas recogidas a través de la plataforma Change.org un total 357.264 firmas de 190 países que fueron entregadas en conjunto a las autoridades.

De esta forma, queda demostrado no solamente que los gobiernos tienen el poder para proteger al planeta y a la biodiversidad, sino que la diferencia puede estar en que los ciudadanos se informen y participen.

divendres, 6 d’octubre del 2017

TEULADES VERDES


Separados por más de 1.500 kilómetros, Francia y Dinamarca son dos países con tradiciones y culturas muy diferentes. Sin embargo, desde hace un tiempo, ambos comparten su compromiso con la sostenibilidad del planeta: se trata de dos estados europeos donde los techos verdes son obligatorios por ley.
El primer país en aplicar esta ley fue Dinamarca y un año después se sumó Francia. En 2014, los gobernantes daneses aprobaron esta legislación pionera, que obligaba a los edificios de nueva construcción a instalar en sus azoteas algún tipo de cubierta verde. Actualmente, Copenhague es un ejemplo de sostenibilidad ambiental, gracias, en parte, a esta iniciativa
.A mediados de 2015, fue el turno de Francia. El Parlamento francés aprobó una legislación según la cual los tejados de los edificios nuevos deben estar cubiertos parcialmente de vegetación o paneles solares.
 Si viajamos un poco más lejos, Canadá fue de los primeros países en tener una legislación específica sobre cubiertas verdes. Concretamente, desde 2010, en Toronto todos los inmuebles de nueva construcción y con una superficie superior a 2.000 m2, deben tener una azotea verde.

 Los grandes beneficios de las cubiertas verdes
Está demostrado que los beneficios de las cubiertas ajardinadas son infinitos, tanto para los ciudadanos como para el medio ambiente. Además de atenuar el sonido y mejorar el aislamiento acústico y térmico, actúan como filtros de la polución y mejoran notablemente la calidad del aire y reducen el efecto de la isla de calor.